¿Te estás planteando cambiar la encimera de la cocina para darle un aire nuevo? La encimera es uno de los elementos protagonistas de esta estancia, clave para crear un espacio amplio y cómodo donde puedas disfrutar preparando platos deliciosos. Pero, ¿qué tipo de encimeras son más resistentes? ¿Cuál es el mejor material para una encimera de cocina? Hoy, en Küchen Art, resolvemos todas tus dudas.
¿Cuál es el mejor material para encimeras de cocina?
En la actualidad, podemos encontrar una gran variedad de materiales entre los que elegir, cada uno de ellos con sus ventajas y sus inconvenientes. Con lo cual, no tendrás ningún problema en encontrar una que se ajuste a tus gustos y necesidades. Eso sí, hay tres aspectos fundamentales que deberías tener en cuenta:
- Estética: piensa si la elección está influida por una moda pasajera o si te gusta de verdad ese tipo de encimera en concreto. Si tomas una decisión basándote únicamente en las modas, lo más probable es que te acabes cansando en poco tiempo.
- Durabilidad: es aconsejable que siempre apuestes por materiales resistentes, ya que van a tener un uso intenso diario.
- Funcionalidad: tiene que ser cómoda y práctica. La idea es que el cambio sea para mejor, no para peor.
¿Qué tipos de encimeras de cocina hay?
Hoy en día, es posible encontrar una gran variedad de acabados y modelos de encimera: madera, piedra natural, laminadas, acero inoxidable, porcelánica, cristal, etc. Obviamente, la decisión final dependerá de tus gustos, tu presupuesto y las necesidades de tu cocina, pero te recomendamos que siempre busques un equilibrio entre la estética, la funcionalidad, el diseño y la resistencia.
Piedras naturales
Si buscas una estética elegante que vaya más allá de las modas pasajeras, la piedra natural es siempre un acierto. Gracias a ello, lograrás aportar un toque único a cualquier cocina. Con la ventaja de que combina bien tanto con las decoraciones de estilo clásico como más modernas.
Es verdad que el precio es más elevado que el de las encimeras sintéticas, pero las diferencias de durabilidad y resistencia son considerables, por lo que es importante tenerlo en cuenta a la hora de elegir la opción más conveniente para nosotros.
- Mármol: este material es sinónimo de lujo y sofisticación. Ideal para aquellos que buscan una cocina de diseño con un estilo exclusivo, ya que cada pieza es única.
- Granito: se trata de uno de los materiales más populares debido a su gran dureza y resistencia. Apenas se manchan y soportan muy bien los golpes y las altas temperaturas.
- Silestone: se trata de otro de los materiales estrella en encimeras de cocina. Una magnífica elección debido a su gran resistencia las manchas y a su durabilidad.
Laminadas
Las encimeras laminadas son la opción más barata del mercado, pudiendo encontrar modelos desde 20 euros el metro lineal. Con lo cual, son una buen elección para aquellos que cuentan con un presupuesto más ajustado. Están fabricadas en aglomerado y revestidas de lámina artificial para darles el acabado decorativo, por lo que las opciones de diseño son prácticamente infinitas.
Eso sí, presentan el inconveniente de que son mucho menos resistentes al calor que la piedra natural y requieren de un mantenimiento diario mayor para que se mantengan en buenas condiciones.
Encimeras sintéticas
Dentro de esta categoría se enmarcan el Neolith, el Corian, el Krion y el acero inoxidable. Compuestas por resinas minerales, acrílicas y pigmentos. Con un acabado muy suave y agradable al tacto. Destacan por su durabilidad y diseño, pero presentan el inconveniente de que tienen una menor resistencia al calor y se rayan con facilidad.
Porcelánicas
Las encimeras de porcelánico son una de las opciones más modernas que existen en la actualidad. Mucho más resistentes que el gres convencional, por lo que son ideales para zonas húmedas como la cocina. Pero también cuentan con una gran resistencia al calor, siendo la mejor en este sentido de todo el mercado. Además, apenas se manchas y son muy fáciles de limpiar. Con un mantenimiento mínimo, pueden llegar a durar mucho tiempo.
El único inconveniente es que son más frágiles que otro tipo de encimeras y su grosor es más fino que el de las opciones sintéticas.
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