No hay duda de que los espacios luminosos siempre hacen que nos sintamos más a gusto y la cocina no es una excepción. De hecho, la cocina se convierte casi siempre en el corazón del hogar. Y no sólo porque en ella pasamos tiempo cocinando, sino también porque muchas veces es donde nos reunimos con nuestros familiares y amigos cuando vienen a casa.

Por eso, además de ser práctica y acogedora, a todos nos gusta que nuestra cocina sea luminosa, lo que también hace que parezca más amplia. Hoy, en este artículo, te traemos algunas ideas para dar más luz a una cocina oscura. Desde KuchenArt te mostramos algunos consejos que harán que tu cocina sea más luminosa y acogedora.

1. Aprovechar  al máximo la luz natural

Para disfrutar de una cocina más luminosa, lo primero que debemos hacer es intentar aprovechar al máximo la luz natural. Para integrarla y conseguir que inunde todos los rincones, debemos ayudarla a que fluya dejando las ventanas libres de obstáculos, no poner piezas altas que impidan su paso y olvidarte de las cortinas densas. Además, los muebles de maderas claras o en color claro y de superficies brillantes ayudan a multiplicar sus efectos, haciendo que el espacio parezca más grande.

2. Cuidar la iluminación artificial

Obviamente, la luz natural es siempre la mejor opción, pero si esto no es posible, la luz artificial se convierte en nuestra mejor aliada. En este sentido, podemos aprovechar tres tipos de iluminación:

• General: es la que normalmente forma parte de las estructura de las cocinas, pudiendo encontrarla en luces empotradas y plafones en los techos.
• Ambiental: es perfecta cuando queremos dar protagonismo a ciertas zonas. Puede ser una lámpara sobre la mesa del comedor, por ejemplo.
• Funcional: es apropiada para iluminar zonas de trabajo, como las que se ponen sobre las encimeras. Asegúrate de que la iluminación es lineal y que no se proyectan sombras para que puedas trabajar mejor.

Si queremos dar más luz a nuestra cocina, deberíamos incluirlas todas en nuestra cocina, pero siempre combinándolas de la forma más adecuada posible para conseguir el resultado que buscamos.

3. El color blanco como protagonista

Una de las mejores formas de dar más luz a las cocinas oscuras es aportar por paredes y muebles donde el color predominante sea el blanco. Pero también podemos optar por acabados brillantes para destacar ciertas zonas, como los estores. Eso sí, es recomendable no excederse y si queremos combinar varios colores, es preferible que no sean los dos brillantes. Además, las plantas decorativas también ayudan a dar vida a la estancia.

4. Lámparas y apliques

Las lámparas colgantes se han convertido en una de las tendencias con más adeptos en los últimos años en el mundo de las cocinas. Y no sólo para alumbrar el office o el comedor, sino también para las zonas de isla o península. Además, sirven también para decorar, crean ambientes más acogedores y consiguen dar una luz puntual a rincones y esquinas en las que es complicado incluir otro elemento.

5. Incluye espejos

Los espejos también son un fantástico aliado para dar más luz a una cocina oscura. Es cierto que no es lo más habitual en las cocinas, pero si queremos ganar en iluminación, es necesario abrir la mente. No obstante, si la idea de incluir un espejo como tal no te termina de convencer, siempre puedes apostar por materiales que reflejen la luz, como los azulejos con acabados brillantes, encimeras en colores claros y brillantes, muebles lacados o electrodomésticos de acero inoxidable.

6. Mamparas de cristal

Puedes sustituir una pared por una mampara de cristal o puerta corredera de cristal. Es verdad que requiere de una pequeña obra, pero merece la pena. De esta forma, permitirás el paso de la luz desde otras estancias y ganarás sensación de amplitud.

7. Extractor con luz incorporada

A la hora de elegir el extractor de aire para tu cocina, procura que traiga luz incorporada. Si únicamente cuentas con una luz central, es posible que nosotros mismos nos hagamos sombra a la hora de cocinar, pero si el extractor tiene luz, podremos usarla como apoyo.

En definitiva, aunque la luz natural siempre es preferible a la artificial, si no tenemos mucha opción, también hay formas de multiplicar la luz o crearla de forma artificial para disfrutar de una cocina luminosa y con mayor sensación de amplitud.