Para sacar el máximo partido al ahorro de tu factura de la luz uno de los principales factores que debes tener en cuenta es cuánto están gastando los electrodomésticos de tu cocina.
No se trata de reemplazarlos por otros más innovadores que estén fabricados bajo los preceptos del ahorro y cuidado medioambiental, sino, saber cómo sacarle el máximo partido a los que ya tienes para que la eficiencia de energía se note al final de mes en tus facturas y tu bolsillo.
Si te interesa ahorrar en casa, debes valorar que uno de los principales problemas del gasto de energía proviene de la cocina, ya que es una de las estancias que cuenta con más aparatos electrodomésticos y, además, le damos un uso diario.
Aquí te diremos todos los consejos más eficaces para conseguir maximizar el ahorro de luz eléctrica en tu casa. ¡Toma nota!
Consejos para ahorrar energía en la cocina
Cocinar gasta muchísima energía eléctrica pero ya no sólo eso. También todos los aparatos que conforman el cocinado, así como la conservación de los alimentos.
Los frigoríficos, la vitrocerámica y la lavadora están en los primeros puestos de consumo de energía entre los electrodomésticos, pero hay muchos otros. Y el gasto dependerá del uso que se haga de ellos.
Con estos consejos conseguirás hacer un buen uso de tus electrodomésticos para que tu día a día sea menos costoso y notes el cambio tan drástico a final de mes en tus facturas.
1. Elige electrodomésticos que sean energéticamente eficientes
Lo más importante es que te asegures de que tus electrodomésticos cumplen con la característica de bajo consumo. Es cierto que si se tratan de aparatos muy antiguos lo más probable es que gasten más, aunque desde hace muchos años atrás ya se tiene en cuenta el porcentaje de gasto por uso.
Lo ideal sería contar con electrodomésticos de calificación A+++, aunque la mayoría de los hogares tienen una media de calificación A+. Esta sería suficiente para conseguir ahorrar entre un 5% y 7% anual que otras calificaciones más bajas.
Las que están en rangos inferiores son, entre otras, son la calificación F o G. La deficiencia de ahorro con estos niveles es más notable, dependiendo del electrodoméstico. Por ejemplo, si tienes una batidora eléctrica de este nivel no afectaría en el consumo si no haces un uso diario de este aparato.
2. Utiliza el tamaño adecuado para los electrodomésticos
Aunque como hemos comentado, los electrodomésticos cumplen por lo general con los requisitos de bajo consumo debido a que tienen una calificación media de A+, es cierto que el tamaño de éstos influye. Esto quiere decir que lo ideal sería que tus electrodomésticos tengan el tamaño adecuado, es decir, unas medidas que satisfagan tus necesidades.
Por ejemplo, no tendría sentido tener un frigorífico demasiado grande si sois pocos convivientes en la casa o soléis comer en la oficina o en la calle. Tu nevera estará gastando más energía y, además, se estaría desaprovechando casi toda su capacidad.
Lo mismo pasa con la lavadora, el congelador, la secadora o los fogones eléctricos. Deben ocupar el espacio justo y necesario y adaptarse a las necesidades que se demandan en el hogar. Cuanto mayor sean sus medidas, más gasto energético supondrá.
3. No dejes los electrodomésticos en k
Todos los frigoríficos y congeladores son los que más energía consumen entre toda la gama de electrodomésticos de cocina, independientemente de su modelo, forma o diseño. La razón es obvia: Están en continuo funcionamiento ya que siempre deben estar encendidos.
Otros como el lavavajillas, la lavadora, la secadora, el microondas o el horno eléctrico sólo consumirán energía cuando se estén utilizando. Por lo tanto, cada vez que hagas uso de ellos, comprueba que los has apagado en su totalidad y no se quedan en standby.
4. Cómo ahorra energía mientras cocinas
La forma en la que cocinas tus alimentos también influye en el ahorro de energía. Por tanto, lo ideal sería que adoptes técnicas de cocinado que se basen en recetas crudas o de preparación en frío.
Estos son algunos consejos de ahorro en el cocinado:
- Usa el microondas para calentar comida, es más eficiente que la vitrocerámica de gas o eléctrica. Sobre todo, si la porción de alimentos es pequeña.
- Incluye más platos con vegetales y frutas crudas como ensaladas, sopas frías o cremas.
- Calienta el agua en un termo, en vez de en la vitrocerámica.
- Apaga el fuego un poco antes de que la comida esté lista y deja que se termine de cocinar con el calor residual.
- Cuando utilices el horno, no lo abras continuamente, dejarás salir aire caliente y desperdiciarás energía. Si quieres controlar lo que estás cocinando, intenta hacerlo a través de la puerta de cristal.
- Comprueba que ningún electrodoméstico se queda encendido.
- Intenta ocupar todo el espacio de la nevera, si dejas baldas vacías estarás desaprovechando su energía de enfriado.
5. Ahorra energía al congelar alimentos
Como ya hemos comentado, lo ideal sería que utilices un frigorífico o congelador que tenga las medidas adecuadas para el tamaño de tu cocina y para que satisfaga, al mismo tiempo, tus necesidades básicas.
Además de esto, aquí te dejamos otros trucos para ahorrar energía con tu frigo y/o congelador:
- No guardes comida caliente directamente en la nevera, déjala enfriar primero a temperatura ambiente.
- Descongela el frigorífico y/o congelador regularmente para eliminar la escarcha acumulada, así evitarás que los cajones y puertas se queden entreabiertos.
- La temperatura ideal de la nevera es de 5ºC o menos. (Por lo general, la mayoría de los hogares tienen su frigorífico a 7ºC, lo que significa que la comida tienda a estropearse antes).
- Asegúrate de que haya al menos un espacio de 10 cm entre la nevera y la pared para que el calor de los enchufes fluya mejor.
Por último y no menos importante: La iluminación de la cocina también cuenta. Por tanto, elige bombillas tipo LED ¡y recuerda apagar las luces cuando no vayas a hacer uso de esta estancia!
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