La cocina es uno de los espacios más importantes de la casa, ya que es una de las estancias en las que más tiempo solemos pasar, tanto para preparar la comida como para compartir tiempo en familia o con amigos. Por eso, es fundamental que sepamos elegir bien la orientación de la cocina, de manera que podamos disfrutar de un ambiente cómodo y funcional.
Una decisión que dependerá mucho de nuestras necesidades y hábitos de vida, pero también de las propias características de nuestra vivienda. Algunos factores que pueden influir en ello son, por ejemplo, las dimensiones de la casa, el número de estancias y el presupuesto disponible.
En términos generales, la cocina debería estar siempre orientada hacia el exterior, cerca de la despensa y del comedor, y alejada de las zonas de paso y de juegos de los niños. Además, es fundamental que disponga de una buena ventilación y de un sistema de seguridad apropiado.
Pero, para que puedas elegir la mejor orientación de la cocina en tu vivienda, a continuación, desde KüchenArt, te damos algunos consejos que estamos seguros de que te resultarán muy útiles.
¿Orientación norte, sur, este u oeste?
En el mundo de la arquitectura y la construcción, suele debatirse mucho sobre la orientación en las viviendas. Muchos profesionales consideran siempre que la orientación sur es la mejor opción para aprovechar al máximo la luz del sol y la energía renovable. Sin embargo, también hay expertos que defienden la orientación norte cuando lo que se busca es evitar la entrada del frío y la humedad.
En cuanto a la orientación este, suele ser mejor para aprovechar la luz natural de la mañana y mantener la casa fresca por la tarde, siendo especialmente útil en climas calurosos o tropicales en los que el sol es más intenso por el día. Por su parte, la orientación oeste puede ser más apropiada para climas más fríos, ya que permite retener el calor durante la tarde y la noche. No obstante, puede hacer que la casa sea más calurosa durante el día.
No obstante, también hay que tener en cuenta la relación de la vivienda con el sol y la dirección del viento. Lo importante es analizar cada caso individualmente para tomar la decisión más apropiada.
¿Cuál es la mejor ubicación para la cocina en una casa?
A la hora de determinar la mejor ubicación para una cocina, es importante tener en cuenta algunos aspectos como el flujo de trabajo, el movimiento natural para preparar la comida y limpiar, la cercanía con los servicios, la proximidad con los suministros de luz, agua y gas, y la seguridad.
1. Ubicación en relación al resto de estancias
Uno de los factores más importantes para decidir la ubicación es la distribución del resto de estancias de la vivienda. Por ejemplo, si el salón se encuentra cerca, la cocina debería estar separada para evitar problemas de humos y malos olores, y si hay un comedor, lo ideal es que se sitúe cerca para servir la comida y recoger la mesa con facilidad.
2. Acceso al exterior
También es importante que la cocina tenga fácil acceso al exterior para facilitar el transporte de la comida y las bolsas de la compra cuando lleguemos de la calle. Pero también para poder ventilar cuando sea necesario y mejorar la calidad del aire del interior de la estancia, donde suele ser habitual la presencia de humo durante el cocinado.
3. Iluminación natural
La cocina siempre debe ubicarse teniendo en cuenta la luz natural, lo que resulta fundamental para garantizar la seguridad al cocinar y ahorrar energía. Si la cocina se encuentra situada en una zona poco iluminada, podemos instalar algunos puntos de luz artificial, de manera que podamos trabajar de manera cómoda y segura.
¿Cuál es la mejor distribución para una cocina?
La distribución también es fundamental a la hora de diseñar una cocina. Lo que está estrechamente relacionado con la ubicación de los elementos de la cocina, como los electrodomésticos y armarios, y con la forma en la que se relacionan entre ellos. Pero también con el uso que damos al espacio.
Existen distintos tipos de distribuciones: en forma de “L”, en forma de “I”, en forma de “U” y en forma de “G”. Adaptándose cada una de ellas a diferentes formas y tamaños de cocinas. Por ejemplo, las cocinas en forma de “U” son ideales para espacios amplios, mientras que las cocinas en forma de “L” suelen ser la mejor opción para espacios reducidos.
A la hora de elegir la distribución de una cocina, debemos tener en cuenta tanto los electrodomésticos, como la ubicación de los armarios, los contadores y los gabinetes, considerando cómo se relacionan entre ellos para conseguir una distribución funcional y eficiente. La idea es que están lo suficientemente cerca como para permitir un fácil acceso, pero no tanto como para que resulte incómodo. Además, hay que valorar los flujos de trabajo para asegurarnos de que los usuarios se encuentran cómodos y seguros mientras circulan por la cocina, ayudando a evitar el desorden en la cocina.
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